viernes, 19 de junio de 2015

DOMINGO DE TOMAS

Paramoude 11,1931-Juan 20.19-31

En nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, un solo Dios. Amén.
Hermanos y hermanas, hoy tenemos el primer domingo después de la Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo, estamos en el tiempo que se llama de los 50 días, y que finaliza en la fiesta de Pentecostés, que es la venida del Espíritu Santo sobre los Apóstoles y Nuestra Madre la Virgen Santísima María. Y  a los 40 días festejamos la fiesta de la Ascensión de Nuestro Señor Jesucristo al cielo.
Estos 50 días estamos de fiesta celebrando la Resurrección de Nuestro Señor, todos los días, como si fuera el mismo Domingo de la Pascua, los cantos de la Divina Liturgia son más solemnes pero a la vez son más alegres y festivos, también en este tiempo no hay ayuno.
Hoy tenemos el Domingo que se llama Domingo de Tomas, por eso Juan en el evangelio nos narra hoy cómo reacciona el Apóstol Tomas ante la aparición de Jesucristo resucitado.
Jesucristo apareció muchas veces después de la Resurrección mostrándose a muchas personas y realizando también señales milagrosas.
En el mismo día de la Resurrección, en la tarde, cuando estaban los 10 apóstoles reunidos en el aposento alto, en el cenáculo donde celebraron la Ultima Cena, Jesucristo se les apareció, a pesar que ellos estaban encerrados, escondidos con temor a los judíos, y también todavía no entendían lo que había pasado con su Maestro, aunque recordaban lo que decía la escritura, todavía ellos no entendían que se estaba cumpliendo las promesas de la Salvación.
Cuando Pedro y Juan también fueron al sepulcro necesitaron ver la tumba vacía para despejar sus dudas, después que Jesucristo ya se había aparecido a María Magdalena.
Cuando Jesucristo se apareció en el cenáculo, no estaba el Apóstol Tomas, entonces al enterarse por los otros apóstoles que el Señor había estado con ellos, a Tomas le vino la incredulidad, la negación y la poca fe, empezó a pedir pruebas, aunque eran diez los que daban testimonio, y no eran 10 personas cualquiera, eran sus hermanos, con quienes había compartido de cerca una relación personal con el Señor.
Tomas es una representación de muchas personas que se concentran en las preocupaciones mundanas y materiales, y no creen en nada, a menos que vean, sientan y escuchen, por eso Jesucristo hasta antes de la Ascensión se mostró muchas veces para alentar y fortalecer la fe de las personas, para consolar y para edificar en ellos.
Jesucristo no se niega a mostrarse, a volver a compartir con sus hermanos los Apóstoles, a pesar que ellos habían huido, negado y también se habían escondido en el momento de la Pasión. Sabemos que Tomas era uno de los apóstoles que acompaño a Jesucristo, aun sabiendo que corría peligro de parte de los enemigos del Señor, así nos dice la biblia en Juan 11.8, cuando se dirigían a Betania, también se muestra su apego al Maestro cuando responde: -Señor, no sabemos a dónde vamos. Como vamos a saber el camino? (Jn 14.5), esto muestra como Tomas amaba al Señor pero era muy lento para creer, tal vez todavía triste y abrumado por todo lo que había pasado en la Pasión hasta la muerte en la crucifixión, necesitó ver para creer, pero también es muy importante como responde aceptando y reconociendo al Señor Resucitado, dice: -Mi Señor y mi Dios- (Jn 20.28)
La iglesia celebra este día, el domingo de Tomas, porque es un día en el que la Resurrección se confirma claramente, este evento ayuda a conocer la importancia de creer sin ver, al principio sabemos que incluso los discípulos pensaban que Jesucristo solo era un fantasma o una aparición ó espíritu, pero El mostro que en realidad su cuerpo también fue glorificado en la Resurrección, Jesucristo resucito en cuerpo y alma, por eso en la tumba no hay un cadáver, solo quedó el sudario y las vendas con que envolvieron al cuerpo, y fue tan glorioso que estas no fueron forzadas o rotas, sino que las encontraron enrolladas y puestas aparte.
Oremos para que podamos ser contados entre aquellos que " no han visto y han creído", y que la bendición de la Santa Pascua este con nosotros. Amén.